No fue movimiento alguno de mi voluntad lo que me determinó a no escribirles, pues verdaderamente siento por vuestras mercedes un gran aprecio; por esto me parece que hemos dicho ya lo suficiente para hacer todo lo que es necesario, y lo que hace falta (si es que algo hace falta) no es escribir o hablar (pues esto se hace sobradamente), sino silencio y trabajar.
[San Juan de la Cruz a unas monjas que se quejaban de que no les escribía. Citado por Aldous Huxley en "Los demonios de Loudun"]
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