Robert Graves: "Claudio, el dios"

Detesto la oratoria forense. Si un hombre no puede presentar su caso en forma breve y lúcida, trayendo los testigos necesarios y absteniéndose de parloteos impertinentes en cuanto a la nobleza de sus antepasados, la cantidad de parientes empobrecidos que dependen de él, la demencia y la sabiduría del juez, las duras tretas que el destino le ha jugado, la mutabilidad de la fortuna humana y toda esa rancia y tonta acumulación de triquiñuelas, merece el máximo castigo de la ley por su deshonestidad, su simulación y su derroche del tiempoi público.

Sabía que tenían que ser Cástor y Polux en persona, disfrazados, porque, como se sabrá, ellos y su hermana Helena fueron empollados del mismo huevo de yema triple que puso Leda después de haber sido cortejada por Júpiter en forma de cisne.

Hay muchas maneras de matar a un gato -repliqué-, aparte de golpearlo con una cuchara de cuerno, porque eso puede terminar con la rotura de la cuchara.

Caballeros -estallé furioso-, como solía decir el dios Augusto: "Es posible que un rábano no sepa griego, pero yo sé".

Romanos, que lengua alguna entre vosotros se agite ni voz ninguna ruja en vano. [Discurso de Claudio a sus tropas en Britania].

En general, si un hombre es adorado como un dios, pues e un dios. Y si un dios deja de ser adorado, ya no es nada.

TIBERIO CLAUDIO DRUSO NERÓN CÉSAR AUGUSTO GERMÁNICO BRITÁNICO, Padre de la Patria, Sumo Pontífice, Protector del Pueblo, Cónsul, al Senado, al Pueblo y a los aliados de Roma, salud.

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