Arthur Koestler. "Espartaco"

-- Dios creó el mundo en cinco días, pues tenía mucha prisa. Como consecuencia de esa prisa, muchas cosas salieron mal, y al sexto día, cuando tuvo que crear al hombre, estaba enfadado, tal vez cansado, y lo llenó de maldiciones. Sin embargo, la peor maldición es que el hombre debe andar por la senda del mal para alcanzar el bien y la justicia, que debe tomar desvíos y caminar por rutas torcidas para alcanzar un objetivo justo. Sin embargo, te repito que para lo que ha de venir necesitas otros consejeros.

Es bien sabido que el azar interviene con frecuencia allí donde la sensatez del proyecto ha dejado un hueco, y el hecho de que todas las guerras estén basadas en la fuerza más que en la sensatez de un proyecto explica por qué el azar desempeña un papel preponderante en este ámbito en particular.

... la experiencia pasada se desvanece rápidamente en la memoria del hombre, y cuanto más trágica es esta experiencia, más rápido se devora a sí misma sin dejar rastros.

... y ya se sabe que un sentimiento de seguridad despeja la mente y deja sitio para todo tipo de ideas y razonamientos.

Pero al hombre no le está permitido modelar la forma de su existencia al margen del sistema, las circunstancias y las leyes de su época.


... por prodigioso que sea el don del conocimiento, tiene poco poder real sobre los hechos.

POST SRIPTUM: 

Espartaco fue víctima de la "ley de los desvíos", que exige a un dirigente en la senda hacia la utopía "actuar despiadadamente en aras de la misericordia".

Gracias a na especie de selección natural, todo movimiento espotáneo acaba adoptando la ideología o la mística que mejor se aviene a sus propósitos.

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