Edgar Allan Poe: "La carta robada"

   - No será un insensato -dijo el Prefecto-. Pero es un poeta, lo que no es muy distinto.

Todos los imbéciles son poetas; así lo siente el Prefecto e incurre en una non distributio medii al inferir que todos los poetas son imbéciles.

Manuel Peyrou: "Julieta y el mago"

Era un niño, no creía en símbolos, sino en realidades.

Graham Greene: "Una salita cerca de la calle Edgware"

Los odiaba, y odiaba su odio porque sabía lo que era: envidia.

Chesterton, G.K.: "Los tres jinetes del apocalipsis"

La obra del idealista podrá ser impracticable; la del hombre de acción, inescrupulosa; pero en ninguno de los dos casos puede un hombre ganar una reputación por no hacer nada.

La muerte es un hecho irrefutable, y me gustan los hechos.

El mundo cambia -dijo Grock-, no por lo que se dice o por lo que se reprueba o alaba, sino por lo que se hace. El mundo nunca se repone de una acto.

Lord Dunsany: "Cuentos de un soñador"

... y dijo, como se acostumbra en el país cuando alguien se despide por poco tiempo: "Hasta que venga el recuerdo al corazón del hombre", lo cual significa: "Hasta luego"; más lo lo que amaban, viéndole mirar a Poltarnees, contestáronle tristes: "Hasta que los dioses olviden", que quiere decir: "Adiós".
[Poltarnees, la que mira al mar]

Juro por el Mar que arrastra los mundos, por el río de Oriathon, a quien los hombres llaman Océano, y por los dioses y su tigre, y por el sino de los mundos, que volveré a las tierras interiores después de haber contemplado el Mar.
[Poltarnees, la que mira al mar]

Soñé que había hecho una cosa horrible, tan horrible que se me negó sepultura en tierra y en mar, y ni siquiera había infierno para mí... Al fin apareció la flor del espino y la clemátide.
[De donde suben y bajan las mareas]

Cuán poco tiempo habla el hombre y cuán vanamente además. Y cuánto tiempo calla. Justamente el otro día hallé a un rey en Thebas que ya lleva cuatro mil años en silencio.
[La ciudad ociosa]

Tenemos que luchar con el tiempo durante unas siete décadas, y es un antagonista débil y flojo en las tres primeras partidas. (...) 
En medio del vasto claro, los guerreros de Camorak acamparon, y se alegraron viendo aparecer de nuevo las estrelas, una tras otra.
[Carcasona]

Y otro se volvió hacia un árbol que estaba junto a la verja de Green Park, diciendo: "Alégrate, árbol, porque los campos volverán de nuevo".
[Los mendigos]