Arthur Conan Doyle: "Memorias de Sherlock Holmes"

Lo difícil aquí es desprender el esqueleto de los hechos..., de los hechos absolutos en indiscutibles..., de todo lo que no son sino arrequives de teorizantes y de reporteros.
[Estrella de plata]

Vagabundeamos juntos por espacio de dos horas, en silencio la mayor parte del tiempo, como cumple a dos hombres que se conocen íntimamente.
[La cara amarilla]

... Es preferible la verdad, cualquiera que sea, a una duda indefinida.
[La cara amarilla]

Me temo que, siempre que me explico, no hago sino venderme a mí mismo -dijo Holmes-.
[El escribiente del corredor de Bolsa]

La cosa ocurrió una tarde veraniega, después de tomar el té, y la conversación, que habia ido saltando de una manera inconexa y espasmódica desde las causas del cambio en la oblicuidad de la elíptica, acabó recayendo en la cuestión del atavismo y de las actitudes hereditarias. [Watson]
[El intérprete griego]

Mi querido Watson, yo no puedo estar de acuerdo con las personas que catalogan la modestia entre las virtudes. Para el hombre que discurre con lógica todas las cosas deberían ser tal y como son, y el menospreciarse uno a sí mismo supone un alejamiento de la verdad, lo mismo que la exageración de la propia valía.
[El intérprete griego]

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